Tiempo de aproximación, 1 hora aproximadamente. Dejamos los coches antes de llegar a las ruinas de una ermita, en la pista que encontramos a mano derecha, antes de llegar a Cuevas de Viñayo.
El camino de ida, lo hicimos subiendo por el corta fuegos que hay a la izquierda del camino, para luego bajar, hasta llegar a la torrentera y seguir ascendiendo. Se puede también todo el rato por la torrentera, pero el camino estaba bastante cubierto por la maleza, aunque es más corto.
La boca de entrada, está señalizada con un hito en una pared de roca.
Hora de entrada: 13.00.
Hora de salida: 19.00.
Se trata de una cueva fácil, aunque tiene varios pozos y rampas.
Como éramos muchos y hay dos vías diferentes, nos dividimos en dos grupos.
La boca de entrada comienza con un pozo de 15 m, que desemboca en una sala con una rampa de piedras.
Hay que bajar solo parte de esa rampa, y a la derecha meterse por un paso estrecho para continuar por un meandro cómodo.Al ser muchos, nos dividimos en dos grupos, por un lado fueron Marta, Anibal, Elena, y Juan Carlos, que después de instalar el pasamanos, descendieron por un pozo de 15 m, para llegar a una pequeña galería con formaciones. Ésta da paso a la cabecera del pozo de 40m, que está fraccionado, y no tiene dificultad técnica.
El resto, después del pasamanos, seguimos avanzando hasta llegar a la cabecera del pozo de 40m, en volado.
Los dos pozos, acaban en la misma sala, por lo que creo que es mejor bajar por el pozo fraccionado, sobretodo, de cara a subir.
Después de llegar a esta sala, seguimos bajando por una rampa que hay a la izquierda. A los pocos metros de avanzar, es necesario poner una cuerda, ya que la rampa se vuelve resbaladiza (por la cantidad de barro que hay) y bastante empinada.
Llegamos a una repisa, que da paso a otro pozo y acaba en una gran sala con gurs en el suelo, y acaba en una colada que cierra sin tiro de aire.